viernes, 4 de noviembre de 2011

Don Genaro

Hace un par de semanas, me encontré sentado en una banca del jardín de Xicotepec de Juárez, Puebla a Don Genaro.
Tenía más de diez años de no verlo y sin duda fue un momento muy agradable para ambos, especialmente para mí. -"Hoy es mi cumple años" - me dijo.

Don Genaro, como todas las personas; tiene sus cosas buenas y sus cosas no tan buenas, pero eso es harina de otro costal. 

Cuando llegué a laborar en el grupo cafetalero TIKA como ingeniero de fincas, el "viejo" tenía 65 años, sin embargo; a su edad subía y bajaba los cerros como un adolescente. Fue él quién me enseñó a trabajar en campo en el campo. Algunas de las anécdotas que vienen a mi mente son las siguientes:

... El primer día en la empresa me dijo, "nos vemos mañana a las 6:00 AM en punto" Al siguiente día a las 5:45 ya  había desayunado un Café con Leche, un pan de dulce y un huevo con jamón después de tomar un baño casi frío; pero el "viejo" no llegó sino hasta las 7:00 AM junto con los jornaleros que iban a chapear los cafetales << el chapeo consiste en cortar con machete la hierba mala o maleza que nace entre las plantas de Café >>

- ¿Qué pasó Don Genaro? ¿No quedamos que a las 6:00?
- Pues si son las seis ingeniero- <Me respondió sin ninguna preocupación>

Entonces que se acerca el güero (uno de los choferes) y riéndose que espeta: "Es que "El Viejo" no quiere cambiar su reloj, para él sigue siendo la hora vieja; no existe el horario de verano.

... En cierta ocasión, estábamos en medio de los cafetales y se me ocurrió comentar sobre una planta que seguramente tendría unos 20 años; --"¡Tiene 14 años y medio!" ingeniero, esa planta la sembró la cuadrilla de Don Goyo y fue un injerto que hicimos con el ingeniero Henry.--

... En un día soleado, me aconsejó que una casa siempre debe estar llena de plantas y flores, porque las plantas se encargan de cuidarnos. Cuando hay alguna energía mala que quiere entrar en la casa, son ellas quienes la reciben, ¡por eso se mueren!,  pero no dejan que a los dueños les pase algo.

... Una vez que circulábamos por la carretera de Loma Bonita, me pidió parar a orilla del camino para enseñarme el piso de cemento de lo que alguna vez fue su casa. -"Aquí vivía con mi familia hace 20 años, pero un día llegó el huracán y el cerro se derrumbó, solamente pude salvar a tres chiquillas y mi hijo; mi mujer y otras tres niñas se murieron aplastadas."-

... Preocupado por verlo siempre caminando, un día lluvioso le pregunté ¿Por qué no usa una de las camionetas de la empresa para recorrer las fincas, sobre todo en días como este? y me respondió: -"Desde que era un pilcate me quedaba dormido en los camiones cuando salía con mi papá al pueblo. Una vez me obligaron a usar la camioneta, pero a medio camino que me duermo y de no ser por el palo que estaba en la orilla (así llama a los árboles), ¡me hubiera ido hasta el fondo de la barranca!"-

Al día de hoy, en la Finca El Renacimiento, los árboles de litchie, macadamia, paguas, poma rosas, pimienta, piñón, naranja, limón, limas y cedros fueron sembrados en su gran mayoría por ese viejo que a donde quiera que iba, siempre se comía la fruta de los árboles que le gustaban y guardaba en las bolsas del pantalón, las semillas para sembrarlas entre los cafetales más tarde. El día que me lo encontré, no fue la excepción. Con el mismo brillo en los ojos de hace 15 años -cuando lo conocí- sacó un puñado de semillas de guanábana que se acababa de comer y prometió regalarme un palo cuando nos volvamos a encontrar.

A sus 80 años, Don Genaro me platica que tiene diabetes, pero con una pastillita al día que le dió el doctor, puede hacer lo que quiera, incluso seguir plantando árboles.

Te invito a que nos compartas tu opinión y por supuesto a beber una taza de Café de Grano.


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 Hasta la próxima y gracias.