jueves, 3 de noviembre de 2011

Ataques Epilépticos

Policía
Cosecha de Café del 97

-Ingeniero, habla el encargado de la finca Los Barandales, dice que es urgente que vaya.- Me dijo el policía de guardia en el Beneficio de Café.

En ese entonces el sistema de comunicación entre las fincas y las oficinas del beneficio era mediante radio comunicación.

-Buenos días Don Goyo, ¿Qué pasa? (eran las 3:00 AM)-  le dije
- Hay una niña que necesita un doctor-
-¿Ya la vió el policía?
- Sí Ingenieri, se  lo comunico-
- Le reporto ingeniero que hay una niña con "Ataques Epilépticos" y sus papás quieren llevarla al hospital.-
- ¿Tiene fiebre?, ¿Cuánto?, ¿Ya le pusieron algo entre los dientes para que no se muerda?, ¿Toma medicamentos?-
- No sé, No, No sé, No, No sé...-
-Bueno, voy saliendo-

Eran las 3:25 AM cuando llegué a la finca y con preocupación pude observar una veintena de cortadores arremolinados fuera del que deduje era el cuarto de la niña.

Inmediatamente le solicité el botiquín a Don Goyo, saqué el termómetro se lo coloqué bajo el brazo y comencé el interrogatorio a sus padres, quienes al igual que el policía y Don Goyo, no me pudieron dar ninguna información.

Cheque el termómetro y nada. De pronto, que empiezan los "Ataques Epilépticos."

Rápidamente la muchedumbre <para ese rato ya se habían despertado los 90 cortadores del Alamo, Veracruz que teníamos alojados en la finca para levantar la cosecha de Café> empezó a murmurar y a alterarse morbosamente por el escándalo que hacía una señora presente.

La niña, dormida estuvo tallándose la cabeza con ambas manos desenfrenadamente por unos 20 segundos, después paró y se quedó quieta.

Ya vió Ingeniero, gritaba la señora escandalosa mientras le decía a todos


"Seguramente la mordió una víbora o ya se le metió el diablo" !Se va a morir! 

Obviamente, la niña no tenía una crisis de epilépsia, ni presentaba signos y síntomas de estar intoxicada, envenenada o enferma.

Me acerqué para revizar que no tuviera la dichosa mordedura de serpiente u otro animal, cuando empezó otra vez con su "ataque"

Pedí un poco de agua, formé una cuchara con mi mano y tras rociar su cara inmediatamente despertó. Respondió que no le dolía nada, no vomitó, no la mordió ningún animal y de pronto, que empieza a rascarse la cabeza.

Acerqué a sus padres a la cabeza de la niña para que vieran cual era el problema: Estaba completamente llena de piojos. Durante el día era común verla rascarse la cabeza y por las noches en su pueblo, sus papas no se dieron cuenta de los "ataques" porque dormía en otra habitación.

De todas maneras ante la insistencia de todos los cortadores de café y para tranquilidad de todos, salimos rumbo al la clínica de los Pinos. La doctora de guardia confirmó mi diagnóstico y entre otras cosas debido al alto grado de infestación por los piojos y seguramente parásitos estomacales, la niña presentaba un alto grado de desnutrición y anemia. Me extendió una receta para aplicarle un desparasitante interno, un polvo para lavarse el cabello, fierro y vitaminas,

Desnutrición Infantil
A la mañana siguiente, al medio día cuando llegué con los medicamentos, la niña estaba rapada de la cabeza y sus padres no quisieron aceptar nada. Según ellos lo que tenía eran ataques y mejor la llevarían con el cura de su pueblo. Les pagué, les dí para el pasaje y esa misma tarde se fueron.

Esa semana, reuní a los cuatro policías y los encargados para enseñarles a usar el termómetro, el Viper (para extraer veneno) y a identificar los signos y síntomas más comunes ante este tipo de eventos.

Desgraciadamente, esa madrugada descubrí entre otras cosas:

1.- En la academia de policía, se preocupan solamente por enseñar a disparar un arma en vez de capacitar a sus elementos para brindar servicios de atención inmediata.

2.- La ausencia de higiene, no tiene que estar ligada a la pobreza extrema necesariamente; de los 20 niños que acompañaban a sus padres solo otros dos tenían piojos. <hicimos una campaña de salud>

3.- Las personas necias y orgullosas, son capaces de ver que su propia hija esté sufriendo con tal de mantenerse en su posición.

4.- En todos lados nunca falta el (la) revoltoso (a) que esté dispuesto a "encender polvora" para alimentar su  egolatría como líder del grupo.

Te invito a que nos compartas tu opinión y por supuesto a beber una taza de Café de Grano.

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 Hasta la próxima y gracias.