lunes, 31 de octubre de 2011

Olor a Miedo (1)

Fuente:Internet

Nadie se ha quedado a dormir en esa casa desde la helada del 89 ingeniero. Ahí se aparecen duendes,  de esos que en la noche se ponen a jugar y hacen mucho ruido. -Me advertía Don Lencho, el encargado de la Finca Palomares-


Era el primer mes de trabajo como ingeniero de fincas en el grupo Tika. A partir de la última semana se me asignó para establecerme, la antigua casa patronal que se encuentra en la cima de un cerro en medio de los cafetales a unos 15 kilómetros de distancia del Beneficio de Café por un camino de terracería.


Apenas comenzaba a oscurecer, cuando me quedé completamente solo dentro de aquella casa. Mientras estudiaba un par de libros de cafeticultura, por mi cabeza no dejaban de aparecer destellos de todas las advertencias que recibí durante el día por parte de los otros cuatro encargados, los tres choferes, las dos cocineras y los cuatro policías. Todos sin excepción me auguraban una noche de terror.

Ya estaba acostado en la recámara principal al fondo de la casa, cuando escuche el primer ruido. Rápidamente mi corazón empezó a latir más fuerte y más rápido. <<Tranquilo Ingeniero, tranquilo>> -Me dije en voz alta- <<Seguramente me quieren espantar>> Cerré los libros, me puse un short, tomé mi navaja y salí de mi cuarto en busca del ruido.

A mi paso fui prendiendo las luces de las habitaciones hasta que llegué a la recámara del miedo -Una habitación amplia, con puerta metálica que da a la parte posterior de la casa con marcas de que había sido forzada anteriormente, sin amueblar y con un ventanal de pared a pared- 


Ventanal con vista a los Cafetales
Era la primer vez que podía admirar la magnitud de los cafetales durante la noche. La vista desde la recámara con la luz apagada era increíble, pero, con la luz prendida no se veía absolutamente nada. El ventanal se transformaba en un espejo en el que solo se reflejaba la parte interna del cuarto.

Al cerciorarme de que no había nada ni nadie en la casa, poco a poco fue bajando la velocidad y fuerza de mis latidos; suspire, me dije "eres un imbécil, te estás sugestionando por todo lo que te dijeron" Apagué la luz me dí la vuelta y al dar el primer paso...

rrrrrryyyyyyyyyyyyyyyyyyy!!!! 

La piel se me puso de gallina, el cuerpo se me entumió, el corazón golpeaba mi pecho, un líquido quemante y helado recorría mis venas desde la cabeza hasta los pies, un sudor diferente al de siempre brotaba por mis poros, un sudor con olor a miedo se me atragantaba y me asfixiaba.

No sé cuantos segundos tardé en tragar saliva y dar la vuelta para enfrentar a el monstruo que sin duda me esperaba atrás de mí.         

Prendí la luz y ¡Nada!
Apagué la luz esperé unos 20 segundos y ... rrrryyyyyyyyy!!!
Prendí la luz y ... Nada!
Apagué la luz esperé un minuto y ... rrrryyyyyyyyy!!!

No hacía calor y sin embargo estaba empapado en sudor, ya había comprobado que no hubiera nada ni nadie, pero ese pinche ruidito rrrryyyyyy! -que sonaba como cuando se arañara un cristal con algo muy fino- Confieso que estaba esperando ver tras el cristal la imagen de un fantasma arañando el ventanal a dos manos cuando prendiera la luz, pero nada de nada.
Fuente: Internet


Me armé de valor, apagué la luz y me paré frente a la ventana para encontrarme cara a cara con mi destino.

Después de un par de minutos... rrrrryyyyyy!!! , pero NADA!!!, entonces prendí la luz y hasta ese momento me dí cuenta de que en la parte inferior del ventanal se encontraban tres jarrones de cobre a manera de macetas. Me acerqué a ellos y ... rrrrryyyyyy!!! 

UNA LAGARTIJA!!!  y como 15 esqueletos de lagartijas en cada jarrón. Sin duda, habían corrido con la mala fortuna de caer desde el techo directo a los jarrones que debido a las características del cobre, no podían salir porque se resbalaban en cada intento.


Fuente: Internet
Desde ese día, todos admiraron mi valentía por dormir ahí, y yo,  pude dormir tranquilo gracias al rumor de que "en esa casa espantan" hasta que ... (continuará)